jueves, 9 de abril de 2009

Hacen falta héroes

Es de admirar aquel espíritu que se sacrifica por ideales en extinción. No es rebelde porque sí, su valor y entrega proviene de una profunda generosidad, honradez y arrojo. Tiene en la mirada el brillo de la infinitud. Lleva en el alma junto a sin igual humildad, una fuerza capaz de mover pirámides.
Lo creo, ese ser que aún extinto vibra en los huesos de la humanidad, puede ser la clave de lo eterno.
Una huella, un murmullo que se agiganta en las sombras y se hace luz para iluminar el camino de los peregrinos.
El héroe…capaz de calzar zapatos ajenos e intentar cruzadas laberínticas. Sorprendente e insospechado, incansable defensor de los desposeídos.
Hay ejemplos históricos de este tipo de hombre-héroe. Sus cualidades deben ser inspiración…
Egoísmo, individualidad, maltrato, indiferencia, están a la orden del día. Esta incapacidad nos hace simultáneamente crueles y torpes. De violencia repentina e ignorancia siniestra padece nuestra humanidad deshumanizada.
Ansío el dolor y la alegría de la lucha encarnada por el héroe henchido de ideales.
Las pequeñas cosas son el camino.

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